El audaz Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en Singapur
En Singapur, el relato sobre cómo un pueblo pesquero y sencillo del Sudeste Asiático se convirtió en una ciudad moderna y dinámica, se cuenta a través de sus puestos ambulantes o también llamados “centros de hawkers”, hoy día son proclamados patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.
En la ciudad existen complejos culinarios al aire libre, para los turistas son fascinantes, ya que encuentran gran oferta de platillos típicos de la ciudad.
Mientras que para los habitantes, esta manifestación culinaria representa más que solo lugares de buena comida, ya que son un rico patrimonio cultural que congrega a los locales de distintas ascendencias para vender o comprar gastronomía deliciosa.
¡Los vendedores ambulantes son tan primordiales en Singapur que se encuentran en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco!
Un poquito de historia
En la década de 1830, miles de chinos e indios se trasladaron a Singapur para comerciar y trabajar en las construcciones o servir en el ejército.
Estos trabajadores demandaban comidas rápidas, lo que propició que se ofrecieran platillos típicos de sus países natales. Los primeros vendedores ambulantes cargaban varas con cestas sobre los hombros o carritos con hornillos para vender sus platillos por la ciudad.
Sin embargo, a principios del siglo XX, la afluencia de vendedores provocó una congestión en zonas comerciales y cruces peatonales junto al río Rochor-Kallang, así mismo la localización de los mismos dificultaba la higiene y el manejo adecuado de los alimentos.
Para organizar a los vendedores ambulantes, el gobierno municipal fundó seis mercados temporales entre 1922 y 1935. Después de la segunda guerra mundial, muchos ciudadanos recurrieron a la venta ambulante de comida, debido a la escasez de empleos.
El comercio de comida callejera prosperó en 1965, cuando el país se encontraba en vías de industrialización, pero el problema de desorden público aún existía; las extensas colonias de okupas, barriadas y los más de 25 000 vendedores ambulantes que ensuciaban las calles.
Un peculiar Patrimonio Cultural Inmaterial
En la actualidad los puestos ambulantes se han convertido en audaces símbolos multiculturales de los pobladores chinos, malayos, indios, entre otras culturas de la ciudad.
La mezcla de culturas genera una influencia en los hawkers para adaptar su cocina a los paladares de las distintas comunidades y barrios de Singapur.
La riqueza que existe en las recetas de sus especialidades, técnicas culinarias, mezcla de ingredientes, y conocimientos gastronómicos tradicionales que son transmitidos a las generaciones más jóvenes de sus familias, ademas de sus espacios sociales que agrupan a personas de distintos niveles socio económicos, los puestos tienen una función primordial en el fomento de las relaciones intercomunitarias y fortalecimiento de la adhesión social.
¡Me emociona escribir sobre este tipo de temas internacionales!, ¿te imaginaste en las calles de Singapur, rodeado de tanta riqueza culinarea?, ¿creerias que es un patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO?.
¡Linda vida! Soy Aida y me gusta imaginarme en mis próximas vacaciones antes de que ocurran. México es un mundo dentro de un país, y conocerlo a través de blogs, artículos, podcast y post, me hace abrir más mi imaginación y así no elegir como primera opción un destino de playa antes que un pueblito mágico.